Un amigo elefante de la casa Merrick nos ha enseñado su nueva página de literatura, en dónde escribe y ofrece su flash. Con ustedes aquí lo compartimos. Hagamos silencio y escuchemos, y díganme luego cuantos se sintieron identificados, cuantos de ustedes tienen al enano psycho en la cabeza.
Gracias Frank.
ENANOLOGÍA
Desde principios de siglo XX, con Sigmund Freud a la cabeza, la psicología viene intentando encontrar el porque de las acciones, las emociones y las estructuras de pensamiento de los seres humanos en sociedad. A pesar de sus detractores, el psicoanalisis y sus diversas y tediosas ramificaciones lograron hacerse de una vasta legión de fieles servidores aceptantes de la liturgia divanística. Es que nadie puede negar ni pasar por alto el efecto que tiene esta disciplina que nos hace hablar de "etapa anal" "falo" o "inconsciente" como si estuvieramos hablando de caramelos o listortis.
No hay dudas que la psicología analítica se ha transformado en un poder establecido en las sociedades modernizadas y aceptantes de la "bicmackización" del globo terráqueo.
Ahora bien, las enfermedades del espíritu siguen aflorando día a día sin solución: Depresionismo, Consumismo, Pajerismo, Boludismo, Zonzismo y podría seguir nombrándolas hasta mas no poder.
Cabe entonces develar que ni el psicoanálisis ni sus ramificaciones absurdas han logrado acabar con las patologías modernas.
Es aquí donde esta nueva disciplina entra en juego
La Enanología, que solo rescata el concepto del "Super Yo".
Una figura polémica: una fuerza, una voz que reclama para sí todo: lo que es suyo, lo que es del otro, lo que es nuestro. Una voz que nos monologuea constantemente, todo el día todos los días. Una fuerza positiva, si es bien utilizada pero potencialmente destructora si funciona dentro de una mente desertificada.
Esta ciencia (patent pending) se pregunta entonces: De quién es entonces esa voz? Como puede ser que exista en nuestras mentes y no se nos parezca en absoluto?
Sin mas preámbulos y bancándose las críticas, La "Enanología" cree fehacientemente que en nuestra mente vive un dictadorcito, resultante de la estructura y las condiciones psicosociales que hayamos vivido. Algunos podremos tener un enano paranoide, otros un enano melancólico, otros un enano maniático, Este pequeño cree ser nuestro dueño. Desconoce todo tipo de límites y realiza maniobras para que hagamos lo que él quiere, siempre.
Se nutren de nuestra melancolía, nuestras manías y nuestras ansiedades..
Forman parte de la misma familia sindical: todos son trabajadores del caos. Desconectan a la persona de sus reales convicciones y deseos. Pero ojo, no vayan a salir ahora a odiar a las Noelias Pompas del mundo o a ponerle la fruta arriba de la heladera. Eso no esta bien.
Si bien gozan de una increíble determinación para concretar su objetivo (que es basicamente, cagarnos la vida), son tan trabajadores que se contentan con continuar girando la rueda aún para beneficio ajeno (si, como en el capitalismo).
Si el enano que habita en tu cabeza es paranoide posiblemente sea bueno ponerlo a trabajar en labores de control, administración y en ordenar la casa por ejemplo: Nunca para ir y volver a tu hogar porque pensas que se esta prendiendo fuego. Eso, suele no hacer bien porque se ha comprobado (Según un informe de William Wolf) que solo en el 0,001% de los casos, la casa efectivamente esta envuelta en llamas.
Pero ojo! no siempre tenemos que desobedecerle: como en todo sistema capitalista existen los paros de enanos. Tengamos en cuenta que el enano es un trabajador de nuestra mente y nosotros somos el capitalista: lo necesitamos para mantenernos productivos.
Necesitamos de su característica única y personal.
La clave es mantener un tierno equilibrio peronista para que nunca pero nunca se transforme en un Moyano.
En la próxima entrega de "Enanología para todos", les enseñaremos a descubrir que tipos de enanos habitan en sus cabezas y como hacerlos trabajar a destajo.
Ampliaremos.
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